Siempre siento que nunca me acerco más a Dios y sigo cayendo en el pecado. Siento que siempre estoy haciendo algo mal y no sé qué es. Siempre le pido a Dios que me hable, pero no creo que él escuche. Realmente quiero fortalecer mi fe, pero simplemente no sé cómo hacerlo.
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Limpien sus manos, pecadores, y purifiquen sus corazones, ustedes de doble ánimo.
Comentarios (3)
Join the conversation
Sign In to Comment