Gracias a Dios por lo que tengo, gracias por tener un trabajo que todavía disfruto, gracias por estar más cerca del éxito y por tener suficiente dinero y oportunidades de carrera. Por favor, enséñame, Dios, a manejarlos con respeto, para que no me controlen completamente, sino que seas tú quien me controle. Lo único que extraño es a alguien a quien amar, una novia o algo así. Por favor, reza para que además de todas las cosas hermosas que Dios me da, me dé a alguien con quien pueda compartir mi vida.
Ordena a los que son ricos en este mundo presente que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inciertas, sino que pongan su esperanza en Dios, quien nos provee ricamente de todo para nuestro disfrute. Ordénales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y que sean generosos y dispuestos a compartir. De esta manera, acumularán tesoros para sí mismos como un fundamento firme para la era venidera, para que puedan aferrarse a la vida que es verdaderamente vida.
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