Estoy agradecido porque sé que tenemos un Dios que nunca nos abandona y nos cuida aunque no seamos merecedores de tal Amor. Amén.
¿A dónde puedo ir lejos de tu Espíritu? ¿A dónde puedo huir de tu presencia? Si subo a los cielos, allí estás; si hago mi cama en las profundidades, allí estás. Si me elevo en las alas del amanecer, si me establezco en el otro lado del mar, incluso allí tu mano me guiará, tu mano derecha me sostendrá con firmeza.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment