Aprecio cada paso que Dios me hace dar, cada momento que parecía ser un milagro, cada persona increíble que he conocido en estos años. No hay probabilidad, no hay coincidencia, Dios te está ayudando en cada acción.
Y sabemos que en todas las cosas Dios obra para el bien de aquellos que lo aman, que han sido llamados según su propósito.
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