Nunca seremos dignos, nunca seremos perfectos, porque solo Dios es digno, solo Dios es perfecto, cuando caigas, no seas tan duro contigo mismo, ningún pecado te ha vencido que no haya sido un pecado común al hombre, alégrate con el Señor, porque Él te perdona, eres perdonado, eres profundamente amado, desde el vientre Él te conoce, ven conmigo, hermanos y hermanas, alabemos todos juntos al Señor, santificado sea su santo nombre.
Porque todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios, y todos son justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que vino por Cristo Jesús.
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