Padre Celestial, vengo a Ti con agradecimiento porque nunca fallaste en proveer para mí hasta hoy. Gracias por Tu bondad y fidelidad en mi vida, no te rendiste conmigo, siempre me das otro día, otra oportunidad para ser más como Tú. Perdóname, Padre, por todos mis pecados de hoy, incluso los pecados que no conozco. Ayúdame hoy a permanecer en Tu presencia y a mostrar Tu semejanza en mí. Todo esto lo oro, en Tu nombre Jesús, amén.
Por el gran amor del Señor no somos consumidos, porque sus compasiones nunca fallan. Son nuevas cada mañana; grande es tu fidelidad.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment