Al final, no se trata de la fama, de la riqueza, de los títulos y de las ganancias mundanas, cuando Él regrese, toda rodilla se doblará, toda lengua proclamará Su nombre, y lo único que realmente importará es: ¿Cuál fue tu relación con Él? ¿Realmente lo conoces? Y, ¿te reconocerá Él como Su buen y fiel siervo? Arrepiéntete, no estamos en tiempos para tomar a Dios a la ligera, ahora alabemos todos juntos Su nombre, ve y alábalo con toda tu alma, tu fuerza, tu mente y tu corazón.
Dios te bendiga, ten valor y no tengas miedo.
Su amo respondió: '¡Bien hecho, buen y fiel siervo! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de muchas cosas. ¡Ven y comparte la felicidad de tu amo!'
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