Gracias Señor Jesús por ser fiel cuando yo no lo era. Disfruto de tus misericordias y gracia, pero me quejo como un bebé cuando soy reprendido. Perdóname Señor. Soy un pecador perezoso, pero no me voy a rendir.
Por el gran amor del Señor no somos consumidos, porque sus compasiones nunca fallan. Son nuevas cada mañana; grande es tu fidelidad.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment