Querido Padre Celestial, al apoyar mi cabeza en la almohada, busco Tu divina protección y gracia. Te agradezco por ser mi escudo y mi fortaleza durante todo el día. Guarda mis pensamientos y sueños, rodéame con Tu presencia reconfortante y protégeme de cualquier miedo o ansiedad. Rezo para que nada perturbe la tranquilidad de mi sueño y me concedas el descanso que necesito. Confío en Tu amor inquebrantable y creo que siempre estás conmigo, guiándome y protegiéndome. Al entregarme al sueño, descanso seguro en Tu poderosa protección y amor inquebrantable. En el nombre de Jesús, rezo. Amén.
En paz me acostaré y dormiré, porque solo tú, Señor, me haces vivir seguro.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment