Querido bondadoso padre celestial, te pido mientras estoy en la ciudad de Nueva York que me bendigas a mí y a mis amigos y te agradezco por llevarte a Zuza para que ya no esté sufriendo.
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de compasión y el Dios de todo consuelo, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos consolar a los que están en cualquier tribulación.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment